Un descubrimiento notable en la Inglaterra rural ha arrojado nueva luz sobre las complejas prácticas de la antigua sociedad anglosajona. Los detectores de metales desenterraron una colección de colgantes de oro y granates de alto estatus, lo que sugiere que fueron enterrados deliberadamente, posiblemente como parte de un acto simbólico para cortar su conexión con los propietarios anteriores. El hallazgo plantea dudas sobre cómo se manejaron los símbolos de estatus durante un período de agitación religiosa y política.
El descubrimiento y su singularidad
En la primavera de 2023, dos detectores descubrieron cuatro colgantes de oro y un fragmento de un broche cerca de Donington en Bain, Lincolnshire. A diferencia de los típicos hallazgos arqueológicos en los que este tipo de joyas aparecen en tumbas, esta colección estaba aislada en la ladera de una colina. Los colgantes presentan signos de desgaste, modificaciones y antigüedad, que se remontan al menos a 60 años antes del entierro. Esto es inusual, ya que estos artículos no eran nuevos cuando estaban escondidos.
Por qué esto importa: estatus, religión y poder
El contexto de los colgantes es lo que los hace significativos. Las mujeres de alto estatus en la Inglaterra del siglo VII comúnmente usaban joyas de oro y granates, pero su aparición en este lugar aislado sugiere algo más que una simple pérdida o abandono. La forma de vieira de un colgante, a menudo vinculada a la fertilidad y al simbolismo cristiano primitivo, insinúa un significado cultural más profundo.
La retirada deliberada de estos colgantes de la circulación podría representar un “asesinato ritual” de su poder y prestigio anteriores. En una época en la que los reinos cambiaban y el cristianismo ganaba terreno, tal acto habría roto simbólicamente los lazos con la élite que alguna vez los poseyó.
El contexto de la Inglaterra temprana
Durante finales del siglo VI y VII, Inglaterra era un mosaico de reinos que experimentaban cambios dramáticos. La adopción del cristianismo trastocó las estructuras sociales tradicionales, mientras que la inestabilidad política era generalizada. Lincolnshire, donde se encontró el tesoro, pasó del control de Northumbria al control de Mercia. Enterrar o destruir joyas podría haber sido una forma de eliminar vínculos con individuos o grupos cuya autoridad estaba menguando.
Explicaciones alternativas
Si bien parece probable un acto simbólico, existen otras posibilidades. Es posible que los colgantes provengan del tesoro de un orfebre, donde se reciclaban materiales antiguos para crear piezas nuevas. El robo de tumbas, aunque brutal, también era común, y los colgantes podrían haber sido robados antes de esconderlos.
Sin embargo, la falta de cuentas o espaciadores necesarios para ensartar los colgantes en un collar sugiere que no estaban destinados a una reutilización inmediata. Una posibilidad es que las mujeres ocultaran deliberadamente sus propias posesiones durante los períodos de disturbios.
El futuro de la investigación
El Museo Lincoln adquirió la colección en 2025, asegurando su preservación. Una mayor excavación en el sitio de Donington podría aclarar el verdadero propósito del tesoro, ofreciendo una visión más profunda del cambiante panorama social y político de la Inglaterra del siglo VII.
Este descubrimiento subraya cómo incluso objetos aparentemente simples pueden revelar prácticas culturales complejas. Al estudiar cómo las personas manejaban sus posesiones, obtenemos una comprensión más matizada de sus creencias, miedos y ambiciones.


























