Un equipo dirigido por Graham Hatfull de la Universidad de Pittsburgh ha logrado una hazaña innovadora: han construido bacteriófagos (virus que infectan y matan bacterias) completamente desde cero utilizando ADN sintético. Este logro allana el camino para una comprensión más profunda de estos guerreros microscópicos y abre las puertas a nuevas terapias antibacterianas frente a la creciente resistencia a los antibióticos.

La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, representa un importante avance en la ingeniería de fagos. Tradicionalmente, los científicos se han basado en fagos naturales para estudiar las infecciones bacterianas. Pero con el ADN sintético, los investigadores ahora tienen el poder de manipular con precisión los patrones genéticos de estos virus. Imagine tener una caja de herramientas llena de virus personalizables: eso es esencialmente lo que ofrece este avance.

“Esto acelerará el descubrimiento”, explica Hatfull. El mundo natural está repleto de diversidad de fagos, pero las funciones de muchos genes individuales dentro de estos virus siguen siendo un misterio. “¿Cómo se regulan estos genes? ¿Cada gen en un fago con 100 genes tiene un papel que desempeñar? ¿Qué sucede si eliminamos este o aquel?” Estas eran preguntas sobre las que los investigadores sólo podían especular antes. Ahora, gracias a los fagos sintéticos, pueden probar hipótesis directamente y obtener conocimientos sin precedentes sobre la biología de los fagos.

Para su estudio, el equipo de Hatfull recreó dos fagos naturales que atacan a las micobacterias (las bacterias responsables de la tuberculosis y la lepra, entre otras enfermedades) utilizando ADN completamente sintético. Luego agregaron y eliminaron meticulosamente genes de estos genomas sintéticos, demostrando la capacidad de editar con precisión la composición genética de estos virus.

Este nivel de control ofrece amplias posibilidades. El equipo ve potencial en el diseño de fagos diseñados para atacar cepas bacterianas específicas, abordando la creciente amenaza global de las infecciones resistentes a los antibióticos. En esencia, podrían diseñar terapias con fagos personalizadas para combatir las bacterias resistentes a los medicamentos que plantean un desafío importante para la medicina moderna.

Como enfatiza Hatfull, este avance no se trata sólo de crear herramientas personalizadas; se trata de desbloquear todo el potencial de estos fascinantes virus: “Y ahora, el cielo es el límite. Puedes crear cualquier genoma que quieras. Sólo estás limitado por lo que puedas imaginar que sería útil e interesante de crear”. El futuro de la investigación con fagos está repleto de posibilidades, impulsadas por este avance innovador en biología sintética.