Arqueólogos en el suroeste de Escocia han desenterrado los restos de al menos ocho personas que fueron incineradas y enterradas juntas hace unos 3.300 años, lo que sugiere que un evento repentino y catastrófico los aniquiló. El descubrimiento, realizado durante las excavaciones de un camino de acceso a un parque eólico, es inusual debido a la disposición apretada de las urnas y la velocidad con la que se procesaron los cuerpos después de la muerte.

El lugar de entierro inusual

Los restos cremados se encontraron dentro de cinco urnas, dispuestas en un grupo deliberado dentro de un foso de 3 pies en Twentyshilling Hill. El sitio, un túmulo (túmulo funerario) de la Edad del Bronce, muestra poca evidencia de perturbación después del entierro inicial, aparte de los daños del arado moderno. Esto sugiere que el evento fue definitivo, sin nuevos entierros ni adiciones al sitio. La datación por radiocarbono sitúa los entierros entre 1439 y 1287 a.C.

Evidencia de una respuesta rápida

Tres urnas contenían los restos de un adulto y un menor, mientras que las otras dos contenían los restos de un adulto soltero. La velocidad de la cremación es particularmente sorprendente: los restos todavía tenían rastros de carne, lo que indica que no se dejaron descomponer completamente antes de ser quemados. Esto contrasta con la práctica típica de la Edad del Bronce de permitir que los cuerpos se descompongan durante un período antes de la cremación, lo que sugiere una necesidad urgente de deshacerse de ellos rápidamente.

Posibles causas y contexto

La causa de la muerte sigue siendo desconocida, pero los expertos sugieren varias posibilidades: hambruna, brote de enfermedad o guerra. El hecho de que las urnas probablemente hayan sido elaboradas por el mismo artesano apunta a un evento compartido que afecta a toda la comunidad. Probablemente se trataba de agricultores que vivían cerca del túmulo, aunque todavía no se ha encontrado ningún asentamiento.

Por qué esto es importante

El descubrimiento es significativo porque los entierros masivos son raros en esta región. La estrecha concentración y la rápida cremación sugieren un desastre unificado, no simplemente la acumulación de muertes a lo largo del tiempo. Esto plantea dudas sobre la estabilidad de las comunidades de la Edad del Bronce y su vulnerabilidad a crisis repentinas. El área ha sido objeto de investigaciones arqueológicas limitadas, lo que significa que más descubrimientos podrían arrojar luz sobre el contexto de este túmulo y las vidas de quienes están enterrados en él.

El evento en Twentyshilling Hill sirve como un crudo recordatorio de que incluso las sociedades antiguas y aparentemente estables enfrentaron eventos impredecibles y mortales. Investigaciones adicionales en la región pueden revelar si se trató de una catástrofe aislada o parte de un patrón más amplio de agitación.