Este mes presenta una oportunidad única para observar Mercurio, el esquivo planeta más interior, junto al brillante Venus en el cielo matutino. Si bien Venus, Júpiter y Saturno son comúnmente visibles, la proximidad de Mercurio al sol hace que los avistamientos sean poco frecuentes. Entre el 25 de noviembre y el 25 de diciembre, los observadores del cielo podrán presenciar este raro emparejamiento planetario antes del amanecer.
¿Por qué es tan difícil ver Mercurio?
Mercurio orbita alrededor del Sol de cerca y rápidamente (completando una órbita completa en sólo 88 días). Esta proximidad a menudo lo sitúa perdido en el resplandor del sol, lo que dificulta las observaciones. Sin embargo, cuando Mercurio alcanza su mayor alargamiento occidental (el punto más alejado del Sol visto desde la Tierra), aparece brevemente en el cielo antes del amanecer.
Cómo detectar la conjunción
El 25 de noviembre, Mercurio aparecerá justo encima de Venus en el horizonte este-sureste. Es esencial tener una visión clara de esta zona. Si bien los binoculares no son estrictamente necesarios, mejorarán la visibilidad; Mercurio aparece como una luz tenue pero constante. Las magnitudes de los planetas (escala de brillo) difieren: Venus brilla a -3,8, lo que lo hace aproximadamente cinco veces más brillante que Mercurio a -2.
Fechas clave de visualización
- 25 de noviembre: Conjunción más cercana de Mercurio y Venus.
- 7 de diciembre: Mercurio alcanza su mayor alargamiento hacia el oeste, apareciendo más alto en el cielo antes del amanecer.
- Hasta el 25 de diciembre: Ventana de visibilidad continua, aunque Mercurio se desvanecerá gradualmente a medida que se acerque nuevamente al sol.
Este evento ofrece una rara oportunidad de vislumbrar Mercurio, un planeta a menudo oculto a la observación casual debido a su dinámica orbital. La conjunción resalta la interacción entre las posiciones planetarias y la visibilidad desde la Tierra, ofreciendo un recordatorio del paisaje celeste en constante cambio.

























