Se afirma que un sistema de inteligencia artificial (IA), denominado Kosmos, desarrollado por Edison Scientific, puede realizar investigaciones científicas a un ritmo equivalente a seis meses de trabajo humano en tan solo unas pocas horas. El sistema funciona analizando datos de forma autónoma, revisando literatura académica y generando hallazgos, lo que plantea preguntas sobre el futuro de los descubrimientos científicos y el papel de los investigadores humanos.

La velocidad de la investigación de la IA

Kosmos funciona como un asistente de investigación automatizado, capaz de procesar aproximadamente 1.500 artículos científicos y ejecutar 42.000 líneas de código durante una sola ejecución de 12 horas. Después de múltiples ciclos, genera informes con citas, con el objetivo de replicar las conclusiones de los artículos académicos. Edison Scientific afirma que este proceso refleja la investigación humana, pero a un ritmo dramáticamente acelerado.

Reclamaciones de nuevos descubrimientos

La empresa afirma que Kosmos ha realizado siete descubrimientos científicos, validados por expertos externos. Estos incluyen un nuevo método para identificar fallas celulares en la enfermedad de Alzheimer y evidencia que vincula niveles más altos de la enzima antioxidante superóxido dismutasa 2 (SOD2) con una reducción de las cicatrices cardíacas. Sin embargo, estas afirmaciones han generado críticas por parte de algunos investigadores.

Escepticismo y preocupaciones metodológicas

Fergus Hamilton, de la Universidad de Bristol, sostiene que el hallazgo de SOD2 no es novedoso, ya que se han observado resultados similares en ratones. También alega que el código de análisis de datos de Kosmos contenía fallas, lo que lo llevó a ignorar datos críticos sin dejar de llegar a conclusiones preexistentes.

Otros expertos señalan que la eficacia del sistema depende de datos muy preprocesados, lo que sugiere que Kosmos completa sólo una fracción del proceso de investigación real. A pesar de estas preocupaciones, Edison Scientific reconoce errores potenciales pero defiende la potencia general del sistema.

La IA como colaboradora, no como reemplazo

A pesar del escepticismo, algunos investigadores reconocen el potencial de la IA para acelerar los descubrimientos científicos. Ben Glocker, del Imperial College de Londres, insta a tener precaución contra el uso autónomo, mientras que Noah Giansiracusa, de la Universidad de Bentley, enfatiza la necesidad de la creatividad humana junto con métodos basados ​​en datos.

El propio Edison Scientific posiciona a Kosmos como una herramienta colaborativa, no como un reemplazo para los científicos. La firma reconoce que los hallazgos requieren validación humana y no se garantiza que sean precisos el 100% del tiempo.

Conclusión:

Kosmos representa un paso significativo en la investigación impulsada por la IA, pero sus afirmaciones siguen sujetas a escrutinio. Si bien el sistema puede acelerar ciertos aspectos del descubrimiento científico, la supervisión humana y la evaluación crítica siguen siendo esenciales. El futuro de la investigación puede implicar que la IA sea un poderoso colaborador, pero no un sustituto autónomo de los científicos humanos.